¿En cuál contexto trabajas como una educadora de arte?
María Acaso: En estos momentos trabajo en varios contextos relacionados con la educación artística: por un lado formo parte del colectivo de investigación en arte+educación Pedagogías Invisibles desde donde diseñamos e implementamos proyectos de mediación para diferentes instituciones (pedagogiasinvisibles.es). Por otro lado, escribo sobre temas de educación artística y mediación desde diferentes lugares (como mi propio blog mariaacaso.es o publicaciones como „What’s Next? Art Education“); también participo en encuentros y foros internacionales donde se debaten temas de arte, educación y mediación (como por ejemplo la Novena Bienal de Mercosur) y finalmente trabajo formando futuros mediadores y mediadoras en el Master de Educación Artística en Instituciones Sociales y Culturales de la UCM (Universidad Complutense de Madrid).
¿Junto con quién trabajas?
MA: Fundamentalmente trabajo con mis colegas de Pedagogías Invisibles. Somos un colectivo formado por 14 personas y abrazamos los proyectos que llevamos acabo de manera lo más horizontal y colaborativa que podemos. Tanto mi trabajo personal como el que desarrollo desde Pedagogías Invisibles pretende llevar a la práctica el cambio de paradigma en educación haciendo un especial hincapié en los terrenos del arte+educación y, más en concreto, en los momentos que el arte+educación se desarrolla en instituciones culturales como museos y centros de arte entrando en este caso en el terreno de la mediación.
¿Cómo describirías tu entendimiento de la mediación del arte?
MA: Bueno, este es un tema complejo que es difícil de explicar en pocas líneas. Básicamente entiendo el arte como una estrategia para crear conocimiento crítico por lo que abordo tanto la mediación como la educación artística desde esta postura. Me parece importante señalar que este conocimiento crítico lo generan cada uno de los agentes que están relacionados con el los espacios de mediación es decir, tanto los públicos, como las educadoras, como los artistas, como los curadores.
Este conocimiento crítico que generan los procesos de arte+educación evidentemente no se quedan ahí, en el museo o en la escuela, sino que se prolongan hacia la realidad social transformándola y convirtiéndola en un lugar menos asimétrico.
¿Cómo describirías la relación entre educación y arte?
MA: El legado modernista, que perpetúa la idea del arte como objeto y del artista genio, ha creado un imaginario social en el que la educación y el arte son parcelas del saber distintas y muy alejadas unas de otras. Mientras que una parcela está socialmente reconocida y ensalzada, la parcela de la educación y la de las educadoras está socialmente desprestigiada unida a nociones como lo infantil, el servicio, la expresión y la creatividad mal entendida.
Mi/nuestro trabajo consiste en denunciar esta separación y proponer otras formas de entender la educción artística a las que denominamos arte+educación y en el que estamos de acuerdo absolutamente con el artista y educador Luis Camnitzer.
El arte+educación la entiendo/entendemos como una estrategia de creación de conocimiento crítico y como un proceso de producción cultural donde resulta imposible separar el arte de la educación porque es imposible entender el uno sin el otro.
El arte+educación es, bajo nuestro punto de vista, como el tercer género en términos de sexualidad: una disciplina trans que no se define ni como hombre ni como mujer. Desde esta postura indefinida y productora, proponemos tal y como recomienda Foucault, formas alternativas a la educación artística tradicional que pueden insertarse dentro de los movimientos de contraproductividad, en este caso, de contraproductividad educativa.
¿Por qué te interesa la mediación relacionada con el arte contemporáneo?
MA: Resulta paradójico la enorme cantidad de imágenes relacionadas con la cultura visual que consumimos día a día junto con la ridícula presencia que el arte contemporáneo tiene en nuestra vida. Mientras que el primer grupo de imágenes nos lleva en direcciones relacionadas con el hiperconsumismo y la falsa corporalidad, uno de los grupos de imágenes que intentan hacernos reflexionar y mirar el mundo críticamente es precisamente el arte contemporáneo.
Considero que el acercamiento del arte contemporáneo a la realidad social es un compromiso ético que tenemos como educadoras. Considero que libramos una especie de batalla para que las personas que creen no estar interesadas en este tipo de imágenes, cambien de opinión. Me interesa especialmente la relación del arte contemporáneo con cuestiones como el género, la raza y la clase social y como los artistas ponen encima de la mesa problemáticas abiertas para que los espectadores construyan conocimiento (y puede que cambien sus vidas) a partir de lo que los artistas precisamente han seleccionado. Cuando hablo de transformar la realidad social en un lugar más simétrico, creo que el arte contemporáneo tiene un papel fundamental.
¿Cómo describirías las relaciones entre curadores y educadoras?
MA: En la realidad cotidiana de muchas instituciones la relación entre curadores y educadoras es de abuso de poder de los primeros sobre las segundas. Puede que resulte un poco fuerte esto que acabo de afirmar, pero creo sinceramente que es así.
Este abuso de poder tiene muchos motivos pero uno de los más importantes tiene que ver con la consideración social (que los artistas y los curadores no subvierten sino que mantienen) de que las educadoras y los públicos no son las productoras legítimas de conocimiento en las instituciones. De la misma manera que en la vida social, la mediación se percibe en muchas instituciones como un servicio para el resto de los departamentos en vez de como un departamento al mismo nivel que el resto. Esto es precisamente lo que logró Luis Camnitzer como curador pedagógico de la 6ª Bienal del Mercosur al entender y posicionar lo educativo y la mediación como elementos fundamentales. En cualquier caso, estamos hablando del 2006 y en estos momentos que esta terminando la 10ª Bienal, la potencia del ejercicio que organizó Luis se está desmoronando lo que da fe de que estamos volviendo atrás en muchos aspectos. Yo tengo muchas ganas de ver que es lo que pasará en la documenta 14 con respecto a la educación.
¿Desde tu punto de vista, cómo consideras que debería de ser de importante la educación y la mediación del arte para un museo/una institución?
MA: Bueno, si entramos dentro del paradigma del arte+educación esta pregunta deja de tener sentido porque cuando lo educativo se concibe como producción de conocimiento crítico se entiende como inherente a cualquiera de las actividades que se desarrollan dentro del museo o de la institución.
Considero que lo importante es desbaratar el imaginario de lo educativo: lo educativo no son niños pintando, lo educativo no es el aula didáctica del museo repleta de botes de acuarelas de colores, lo educativo no es el cuentacuentos del domingo: lo educativo en la institución tiene que ver con los dispositivos que la propia institución establece para generar conocimiento critico, dispositivos que empiezan por su propia arquitectura, o por poner un ejemplo, los procedimientos de ingreso a la institución en los que se puede posicionar al visitante como un delincuente o como lo contrario. La mediación es todo, o más bien, todo es mediación.
¿Qué instituciones proporcionan la oportunidad de hablar de nuestra experiencia personal con/respecto al arte?
MA: Esta pregunta creo que es interesante que la responda desde mi posición como residente en España, y más concretamente en Madrid que es donde Pedagogías Invisibles desarrolla gran parte de su trabajo aunque tengo que decir que son pocas las instituciones que conozco que se abren a lo biográfico. En concreto puedo hablar de los proyectos que estamos llevando a cabo en Matadero Madrid donde la institución se reconoce como porosa y cree necesario investigar sobre la posibilidad de crear una nueva institucionalidad de manera que, desde esa posición, está impulsando líneas de trabajo en las que la experiencia personal entra en combate. Pedagogías Invisibles acaba de coordinar en Madrid la exposición „Ni arte ni educación“ un buen ejemplo de cómo llevar esa nueva institucionalidad a la práctica puesto que nos hemos salido conscientemente del concepto exposición y hemos emigrado hasta el concepto escuela de manera muy biográfica y muy personal.
¿Hasta donde crees qué el arte proporciona al publico la oportunidad de realizar acciones concretas?
MA: Creo sinceramente que el arte contemporáneo ha de entenderse como un relato desde donde empoderarnos como agentes del cambio social, tanto para nosotros mismos como para los demás. Creo que la función principal del arte contemporáneo es literalmente „meter el dedo en el ojo en el espectador“ quien evidentemente deberá de abordar acciones concretas en su vida con respecto a su experiencia con el arte. Por ejemplo, el arte feminista de los años 60 es un buen ejemplo de este activismo del que acabo de hablar o más recientemente lo denominado como Arte Latino Americano, cuyas reivindicaciones políticas tienen transferencias directas en las sociedades donde determinadas obras se enmarcan.
¿En tu opinión personal, cuáles son los criterios para mediar con éxito el arte? ¿Desde tu punto de vista, consideras qué es difícil llevar esto a cabo?
MA: Yo no utilizaría el término difícil, utilizaría el término complejo. Una de las diferencias principales entre arte y entretenimiento es que el segundo es más fácil que el primero, por eso resulta más complejo mediar el arte (y en especial el contemporáneo) que cualquier otro grupo de imágenes. Uno de los mecanismos principales que el arte contemporáneo utiliza para introducir al espectador en una situación de conocimiento (y por lo tanto de aprendizaje) es el extrañamiento, esa sensación de que lo que estás viendo no lo has visto nunca antes, esa sensación que para parte del publico se traduce en rechazo y para otra parte se traduce en curiosidad, es querer saber más.
La mediación debería de aprovechar el extrañamiento como herramienta pedagógica así como todos los factores que se desprenden del propio extrañamiento como el placer, lo inesperado, las conexiones improbables, el remix, el humor y el cuerpo sorprendido.
¿Has desarrollado un método especial o una estrategia innovadora con la cual trabajas?
MA: Relacionada con la pregunta anterior, más que una estrategia metodológica en Pedagogías Invisibles estamos trabajando la mediación como producción cultural, es decir, posicionando el trabajo creativo de las educadoras al mismo nivel de reconocimiento intelectual que los artistas y los curadores (y del publico si se le diese la oportunidad).
En este sentido, creo que hay mucho trabajo por hacer porque, cuando la mediación se entiende desde este punto de vista, hay que visualizar esta construcción realizando esfuerzos en dos direcciones muy concretas: el reconocimiento de autoría de estos procesos (de la misma manera que se reconoce la autoría de artistas y curadores) y también el archivo y memoria de los procesos pedagógicos: considero muy urgente realizar catálogos y archivos complejos en los departamentos de educación.
¿En que estás trabajando en este momento?
MA: En estos momentos estoy inmersa en la realización de mi nuevo libro en el que desarrollo el concepto de arte+educación en conexión con el concepto art thinking de Luis Camintzer. El primer libro que escribí sobre el tema que nos ocupa „La educación no son manualidades“ es de 2009 y han pasado muchas cosas desde entonces, así que estoy formulando una guía práctica para aquellos y aquellas educadores que quieren dar el empujón y abordar la educación artística en conexión con la realidad social que nos rodea en 2016.
¿Qué libros, proyectos etc. eran/son importantes para tu trabajo – y por qué?
MA: Me interesa cada vez más lo que hay fuera de la pedagogía y, especialmente, lo que hay fuera de la pedagogía del arte. Creo que debemos de llevar hasta nuestro terrenos conceptos y formas de pensar que provienen del psicoanálisis, la sociología, la filosofía o la arquitectura. Me interesa por ejemplo la metodología de trabajo de Elizabeth Ellsworth quien transfiere el concepto de direccionalidad (address) proveniente de los estudios fílmicos hasta lo educativo recalcando el nivel de direccionalidad de los programas que un educador diseña e implementa. En este sentido, me parece muy interesante, tal y como hago en otro de mis textos, recoger la idea de falsificación del artista Joan Fontcuberta, prolongarla hasta la escuela y proponer la idea del profesor como un estafador intelectual. Elizabeth Ellsworth y Joan Fontcuberta son dos personas que escriben libros y hacen proyectos que me inspiran.
¿Hay una pregunta especial la cual te gustaría preguntar a un educador de arte?
MA: Si!!! Cuánto cobra y si su contrato es decente!!!!
¿Cómo imaginas el futuro de la educación / mediación del arte?
MA: Soy optimista. Esta web es prueba de ello. Pero en concreto me parece preocupante el tema de las conexiones entre la educación artística que podríamos definir como „latina“ y la que podríamos definir como „anglosajona“. Los proyectos que se desarrollan en Latino América y en España no tienen prácticamente nada de visualización en el panorama internacional y creo que es importante darles su espacio. Creo que es necesario recordar la cantidad de personas hispanohablantes que hay en estos momentos en el mundo y la necesidad de compartir experiencias que tienen su origen en otros contextos y con otros lenguajes.
María Acaso (*1970) es profesora titular de Educación Artística y directora de la línea de investigación sobre Educación en Museos de Artes Visuales en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Desde los inicios de su carrera en la UCM, ha ido comprobando como más y más evidente la realidad de que el sistema educativo actual está obsoleto y es necesario y urgente un cambio de paradigma. Ella forma parte del colectivo „Pedagogías Invisibles“ y es directora de la „Escuela de Educación Disruptiva“. Ha publicado numerosos libros como „rEDUvolution: hacer la revolución en la educación“ (2013), „Pedagogías invisibles: El espacio del aula como discurso“ (2012), „La educación artística no son manualidades“ (2009), „Esto no son las Torres Gemelas“ (2006). mariaacaso.es
Imagen: María Acaso, 2015.
Interview: Gila Kolb, 2016